miércoles, 6 de marzo de 2013

"UN ALBAÑIL MUY ARDIENTE Y SUS JUEGOS".

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Tenia un albañil en el baño;
puro musculo y hermoso.
tenia muy pocos años...
Era fuerte y poderoso.

Sus ojos eran muy verdes;
buena espalda y buenas piernas,
sus miradas es que me pierden...
Sus carnes eran muy tiernas.

Me miraba a hurtadillas;
 me vestí con una bata,
enseñando mis rodillas...
Para no darle la lata.

Más se abrió mi camisón;
que llevaba su abertura,
mis muslos como hormigón...
Le levantó calentura.

Colocando una rejilla;
se hizo una breve brecha,
¡¡por Dios abrete chiquilla!!...
Que ya la he puesto derecha.

-. No se ni porqué ni cuando;
me abrazó por mi cintura,
lleno de amor y de encanto...
Me dio besos la criatura.

Noté un bulto más abajo;
dura como el mismo acero,
¡¡se terminó su trabajo!!...
Y yo camino del cielo.

Me cogió como una pluma;
y me llevó hasta mi cama,
yo siendo casta y muy tuna...
Me abracé con muchas ganas.

Me abrazó y me dio un beso;
me lo dio en mi misma boca,
desnuda noté su peso...
¡Tan joven; me volví loca!.

Me dio besos por mis pechos;
por mi vientre y por mis labios,
su pene fuerte y derecho...
Era joven no era sabio.

Pero no tenia experiencia;
y la introdujo en mi ano,
la cogí con inocencia...
y me la puse en mi mano.

Le lamé bien con mi lengua;
y él miraba complaciente,
no esperó ni me dio tregua...
Era joven e inocente.

La leche salió caliente;
me llenó toda mi cara,
siendo un joven tan ardiente...
Par mi fue cosa rara.

La seguia teniendo dura;
y aproveché aquel momento,
sin quejarme tenia dudas...
Mi concha estaba sufriendo.

La introduje poco a poco;
lo tomé como montura,
el joven se volvió loco...
Sumaba mi calentura.

Seguí galopando encima;
como una hermosa amazona,
tan fuerte como una encina...
La noté dentro en mi zona.

Y sí hasta media tarde;
cinco horas sin paradas,
dentro y fuera abrió mis carnes...,
Mientras yo se la mamaba.

Hora de parar el tormento;
 de orgásmos ya no se cuantos,
yo conté diez de momento...
Y eso que no estuve al tanto.

El joven seguia besando;
mis pechos y mi garganta,
mi cuerpo estaba espresando...
y le dije; ¡venga basta!.

Miré el reloj de pulsera;
la siete; ya era muy tarde,
puesto tras la cabecera...
Me besó todas mis carnes.

¡¡Ay Dios mio que pasión!!; 
que juventud más divina,
se le ha roto hasta el calzón...
Tan nervioso que no atina.

Mi marido está al llegar;
y no quiero más sorpresas,
¿es mi cuerpo de halagar?...
Su pene se encuentra presa.

Su trabajo medio hecho; 
y mi concha hecha un asco,
con su pene aún derecho...
Para deshacer atascos.

Le pagué por su trabajo;
un trabajo muy bien hecho,
se bajó hasta mis bajos...
Me dio besos en mis pechos.

Mañana cuando yo venga;
terminaré mi faena,
con una hora que tenga...
No termino si me frenas.

"Dolly".

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