lunes, 21 de agosto de 2017

"EL TIEMPO NUNCA PERDONA".


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"TRAS UNA LARGA SEPARACIÓN".

.- Algo transcendió a mi mente.
Me entró ganas de reír.
Nunca me encontré demente...
¡Otrora si que sufrí!.

Al momento entré y la vi.
Tras las ventanas opacas.
Su cara la vi feliz...
Con su ropa en la butaca.

Tendida sobre la hamaca.
Mi alma se quedó presa.
Las pulsaciones me atacan...
¡Allí estaba mi exprincesa!.

Con la alegría y sorpresa.
Me dije si no era un sueño.
Fuí su esclavo en el empeño...
Hoy soy viejo en esta empresa.

.- Hoy te veo algo más gruesa.
Es según como te vistes.
Los recuerdos y la sorpresa...
No lograron resistirte.
 
Marchaste porque quisistes.
Desnuda te veo sin ropa.
Entre tus manos una copa...
Con elegancia bebiste.

Como mujer; hoy no existes.
Como hembra eres un sueño.
Tu hermosura se resiste...
¿A tener un nuevo dueño?.

Tapándose hasta el cuello.
Con su abrigo se arropaba.
Prenda cara que ostentaba...
Que escondía hasta tus cabellos.

Negros y lindos destellos.
Resaltaban su figura.
Su cutis era más bello...
Ya perdí hasta la cordura.

Su fragancia y su frescura.
Contrastaba en su belleza.
Me perdía con su tristeza...
En una mujer oscura.

Fue una aventura dura.
Entre flores de cerezos.
La mediática locura...
Como sus preciosos besos.

Era mi amor; mi universo.
Entre caricias ardientes.
Con su mirada inocente...
Con sus poemas y versos.

Sus pechos duros y tersos.
Su piel siempre muy caliente.
Renegando de estar tenso...
Frente a ella; fui valiente.

Sentí calor en el ambiente.
La chimenea con su juego.
Como espejitos del fuego...
Gotas de perlas en su frente.

Los recuerdos de repente.
Quedaron actualizados.
Realidad intranscendente...
Nos había endemoniado.

Otra vez me había hechizado.
Se acercó y olía su aroma.
Con un cuerpo estilizado...
Maquiavélica y sin bromas.

Recordé un viaje a Roma.
Fueron días muy felices.
Era como una carcoma...
¡Faltó sólo las perdices!.

Habla; ¿y no se que me dice?.
Veo lágrimas en sus ojos.
Viendo sus labios yo quise...
Besar un color tan rojo.

Muy atrevida y arrojo.
Prosiguió con su locura.
Me di cuenta de su antojo...
¡Llevarme a la sepultura!.

Las heridas si se curan.
Los recuerdos quedan presos.
Sus carnes estaban duras...
¡Erectos tenia sus pechos!.

En volandas fuimos al lecho.
Cayó una mesa y tres sillas.
Un gran espejo en el techo...
Me sacó de las casillas.

¡No quería cosas sencillas!.
Su cuerpo me ha mareado.
La amé siendo una chiquilla...
Como mujer ha cambiado.

Mi exprincesa ha madurado.
Su exuberancia y dulzura.
En contacto; mi locura...
¡Ya soy otro estoy cansado!.

Aquel tiempo había pasado.
Hoy la veo con extrañeza.
Ya no estoy enamorado...
Aunque perdí mi cabeza...

"Guti"."El Romancero".

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