"ELLA SIEMPRE ME GANABA".

"DE LA AMISTAD A LA PASIÓN"

.- El Mundo es otra historia.

Hay asesinos machistas.

Casadas y muchas novias...

Han salido en muchas listas.

En periódicos y revistas.

Centenares por maltratos.

Se leen a simple vista...

¡Muchas que pagan el pato!.

No es un cine ni un teatro.
Les escribo esta historia.
No se prescriben los pactos...

Y muchos cantan victoria.

Siendo joven fue su novia.
De un rico de la provincia.
Vivían en la misma gloria...

Con sus hábitos la asfixia.

Ella se mudó a Galicia.
Su marido era banquero.
Su hermosura una delicia...
Su pareja un usurero.

Ya no era un caballero.
La conocí en una fiesta.
Su marido un embustero...
Con ideas muy siniestras.

Un día tras dormir la siesta.
El sol calentaba duro.
Cerré la puerta y finéstras...
Y respiré aire puro.

Pasé seis meses muy duros.
Cierto día la vi llorando.
El lugar estaba oscuro...
Gimiendo la iba abrazando.

Nos unimos y fuimos andando.
Me explicó que su marido.
Se enteró y fue sumando...
Y su amigo salió herido.

Mal camino había escogido.
Le ofrecí cama y sustento.
No se si fui atrevido...
Vi sus ojos muy contentos.

Los días sin sufrimiento.
En mi casa había candela.
Su buen amigo había muerto...
Y su marido a tres velas.

Su cerebro se rebela.
Si es que el corazón no ama.
Es un gran barco de vela...
Que va donde el viento llama.

Vivo con mi guapa dama.
Es hermosa linda y bella.
Siendo graciosa reclama...
La luna y las estrellas.

Bebe un trago en mi botella.
Cuando se planta en sus treces.
Mis condiciones se estrellan..
Y así cedo muchas veces.

Vestida no desmerece.
Desnuda es una locura.
Más de un piropo merece...
El soportar buena cura.

¡Ahí provienen mis dudas!.
En mis estómago ardores.
Son peticiones muy duras...
Que las pintan de colores.

Tiene su cuerpo sabores.
A fresa dulce y limón.
Resguardando los honores...
Que nos llenan de pasión.

Es plena de compasión.
Ella gana es asombrosa.
Si mejora en la elección...
¡Yo le grito caprichosa!.

Siendo una pera jugosa.
¿O será una fresa verde?.
Como fruta hay más cosas...
Muy sabrosas que me pierden.

Es la sangre que me hierve.
Al ver sus pechos al desnudo.
¿Si muero que aquí me entierren?...
Ciego sordo y algo mudo.

Autor: Jesús Gutiérrez Pascual.