miércoles, 16 de diciembre de 2020

"HASTA LOS SUEÑOS SON BUENOS".


"UN SUEÑO BIEN APROVECHADO".

.- Con buena sombra y con tino.
Mis retinas fueron tercas.
Me encontraba bajo un pino...
Noté mujeres muy cerca

Era un lago de agua fresca.
El agua llana en la orilla.
Donde beben y se refrescan...
Tres mozas y una morilla.

La morilla una chiquilla.
Con una cara graciosa.
Seguro que de Sevilla...
Me miraba algo nerviosa.

Eran jóvenes y hermosas.
Dos rubias y una morena.
La morilla era preciosa...
Me sonreía con pena.

Mal asunto había condena.
No me gustaba estar preso.
La sangre fluyó en mis venas...
La morilla como un queso.

Me saludan con un beso.
La morilla sorprendida.
Crecía mi bulto del preso...
Le cautiva arrepentida.

Desnudas fueron paridas.
Y desnudan se quedaron.
Una se encontraba herida...
Vendada lleva una mano.

La morena vió a un humano.
Me sonreían sus ojos.
Me saludó con la mano...
Sonreía con sonrojo.

Ambas con sus labios rojos.
Vi sus pechos poderosos.
En sus miradas el antojo...
Con unos ojos golosos.

Cuerpos magros y rocosos.
Eran modelos de Agencia.
Cuerpos lindos y armoniosos...
Como marca la vigencia.

Hermosura en sus turgencias.
En su cuerpos tan bien hechos.
Tuve una ligera urgencia...
Corrí cien metros derecho.

Mi cuerpo quedo deshecho.
Con aroma repelente.
Por momentos satisfecho...
¡Viví segundos de muerte!.

Un apretón muy urgente.
Y me escondí entre ramajes.
Separado de la gente...
Entre espinos con masaje.

Fueron momentos salvajes.
No merecía el castigo.
Condenar el cruel ultraje...
Por numerosos testigos.

Reclamando iban conmigo.
Seis pinchos tenía de pago.
El tal hecho fue en domingo...
¡Donde dije aquí me cago!.

Regresé de nuevo al lago.
Las mozas seguían desnudas.
¡Vaya pechos que mal trago!...
Por lo visto no eran mudas.

La morilla que estornuda.
Las cuatro eran como diosas.
La morilla pide ayuda...
Las otras tres envidiosas.

La morilla era viciosa.
Me quitó hasta los calzones.
Era la más peligrosa...
Era un-rompe corazones.

Comenzaron sin razones.
Las cuatro me aseguraron.
Que me darían lecciones...
Como loco me dejaron.

¡Desperté muy desolado!.
Todo había sido un sueño.
No me habían consolado...
¡Seguro que tenían dueño!.

Autor: Jesús Gutiérrez Pascual.- Guti.

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