.- Las historias están malditas.
Son pocas alentadoras.
¿Porqué la mar es bendita?...
Siendo hostil con bravas olas.
Aguas verdes que enamora.
Es un color que yo adoro.
Es un inmenso tesoro...
Surgiendo la bella aurora.
La mar siendo acogedora.
Lucha con sus elementos.
Son tristes esos momentos...
Suele ser muy opresora.
La catarsis vengadora.
Cuando de día se planta.
Suele ser prometedora...
Da belleza hasta las plantas.
A las damas les encantan.
Son explosivas y son tantas,
Exponen sus bellas mantas...
Susurrando sus gargantas.
Grandes penachos de plata;
Veo en la orilla y lontananza.
Veleros hechos de lata...
El fuerte viento amenaza.
Es el día que se disfrazan.
En la arena hay varios botes,
Hay pescadores de raza...
Pescando en los islotes.
¿Si se mira el horizonte?.
Se junta al mismo cielo.
La mar con su exceso celo...
Se convierte en puro azote.
Su rabia espero se agote.
Al final sería un consuelo.
Aquello que nos soporte...
Con poco odio se fueron.
Su furia va hacia el suelo.
Los relámpagos son castos.
El mar se vuelve más fiero...
Y le da aún más abasto.
Llegan a la playa rastros.
Cadáveres en la barca.
De los infantes que embarcan...
Se ahogan y castran gastos.
El cementerio da abasto.
Es un color que yo adoro.
Es un inmenso tesoro...
Surgiendo la bella aurora.
La mar siendo acogedora.
Lucha con sus elementos.
Son tristes esos momentos...
Suele ser muy opresora.
La catarsis vengadora.
Cuando de día se planta.
Suele ser prometedora...
Da belleza hasta las plantas.
A las damas les encantan.
Son explosivas y son tantas,
Exponen sus bellas mantas...
Susurrando sus gargantas.
Grandes penachos de plata;
Veo en la orilla y lontananza.
Veleros hechos de lata...
El fuerte viento amenaza.
Es el día que se disfrazan.
En la arena hay varios botes,
Hay pescadores de raza...
Pescando en los islotes.
¿Si se mira el horizonte?.
Se junta al mismo cielo.
La mar con su exceso celo...
Se convierte en puro azote.
Su rabia espero se agote.
Al final sería un consuelo.
Aquello que nos soporte...
Con poco odio se fueron.
Su furia va hacia el suelo.
Los relámpagos son castos.
El mar se vuelve más fiero...
Y le da aún más abasto.
Llegan a la playa rastros.
Cadáveres en la barca.
De los infantes que embarcan...
Se ahogan y castran gastos.
El cementerio da abasto.
Eran bebes de unos meses.
Tapados bajo tres mantos...
El recuento fue de trece.
Autor: Jesús Gutiérrez Pascual.- Guti.
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