"LOS HOMBRES ESTÁN CAMBIANDO".

¿ERA YO UN BELLO FLORERO?".

.- En la calle oia sus risas. 

No por cojos son ladrones.

Como mujer iba a misa...

Los viejos volaban drones.

Muchos eran de colores.

Los piropos eran de antojo.

Lanzaban rosas y flores...

Me agachaba y los recojo.

No me miran a los ojos.
Son necios y presumidos.
Ni miran mis labios rojos...
Miran mis pechos unidos.

Ningún varón me ha querido.
Sólo admiran mi belleza.
Ninguno me ha bendecido...
Y me llenan de tristeza.

¿Que pasa por sus cabezas?.
¡Son intenciones oscuras!.
Con sus miradas me estresan...
Y me van creando dudas.

Soy muy tímida y soy pura.
Arde la sangre en mis venas.
Mis historias son muy duras...
Soy hermosa y muy morena.

Mis instintos en cadena.
Mis carnes las tengo prietas.
Me encanta la luna llena...
Y mi ilusión se despierta.

Quisiera hacer una apuesta.
Mi figura es poderosa.
La que con niños se acuesta...
Deja de ser tan hermosa.

En mi vientre hay mariposas.
Mis nervios a flor de piel.
Con el aroma de rosas...
Mis besos como la miel.

Como dama tengo un diez.
Mi figura es de serrana.
Diez dedítos en mi pies...
Muy morena está mi cara.

Me cuentan que soy muy rara.
En el hablar hablo poco.
Me insultan nadie me ampara...
¡Son bribones y están locos!.

Algunos están mal del coco.
Con ellos tengo prudencia.
Si en algo no me equivoco...
Son borrachos sin decencia.

Ya no existe la inocencia.
Este Mundo está podrido.
Caballeros con licencia...
Que no aman ni han querido.

Los varones me han hundido.
Ya tengo larga experiencia.
Muy pocos salen heridos...
Abusan de mi inocencia.

En la pasión no hay licencia.
El amor ya esta olvidado.
Cristaliza la demencia...
De los que lo han criticado.

Mis pechos están bien criados.
Son preciosos y muy potentes.
Los que los han manejado...
Se han vuelto locos y ardientes.

Conocí a un hombre prudente.
Un varón raro y extraño.
Con peticiones decentes...
Sin embrujos y sin engaños.

Su conquista duró un año.
Receptora de caricias.
Caprichosa del apaño...
Lo acogí con avaricia.

Entre abrazos y mi codicia.
Los dos nos complementamos.
Momentos que nos envician...
Casi siempre era a diario.

Con arreglo a este sumario.
Con posturas envenenadas.
En las noches era un calvario...
Muchas veces fui amada.

Un día desperté alarmada.
Lo encontré frío y dormido.
Ha muerto mi amor querido...

¡Entre espinos y alambradas!.

"Autor: Jesús Gutiérrez Pascual.- Guti.