lunes, 17 de agosto de 2020

"ERA UNA MUJER DE LA FAMILIA".


-Amstaff-

"¡NO ME LO QUERÍA CREER!".

.- La conocí en una fiesta.
Una fiesta de disfraces.
Donde los líos se deshacen...
Con dolores en la testa.

La gente no me contesta.
Cualquier camino da igual.
El caminante se apresta...
Para el monte o para el mar.

Tomé tres copas de más.
Y me encontré en una cama.
Las noches así van muy mal...
Cansado y con pocas ganas.

Una preciosa sultana.
Con antifaz en sus ojos.
Amanecía la mañana...
Me sonreía sin enojo.

Con su vestido de rojo.
.-¿Que ha pasado no recuerdo?.
Prefiero vivir de antojo...
Con resaca y poco cuerdo.

Profundicé en mis recuerdos.
El cuerpo se encuentra en llamas.
Desorientado hasta muerdo...
Como un burro con aldaba.

Pregunté a la hermosa dama.
Entre el ruido de los coches.
Con cuchicheos me llama...
Ya se ha acabado la noche.

.-¿No recuerdas lo de anoche?.
Os portasteis como un hombre.
¡Madre mía qué derroche!...
Lo que hicisteis tiene nombre.

.- Los testigos que no estorben.
¿Es que aún sigue la fiesta?
Desnudo soy un mal hombre...
¡Ya son horas de la siesta!.

Las calles están desiertas.
Tras el disfraz vi dos tetas.
Tenía las piernas abiertas...
Al fondo veía la meta

.- ¿Tu quieres verme completa?.
Lo mismo hay una sorpresa.
Me has dejado muy contenta...
Aquí estoy como una presa.

Habían dos sillas y la mesa.
Hay conquistas que hacen daño.
Toda ella una belleza...
Ya sentí en mi cuerpo el daño.

Le eché unos cincuenta años.
Sus piernas eran preciosas.
Seguro fue un gran apaño...
Hay mujeres muy hermosas.

Maduras que son gloriosas.
Con su ansias y sin celos.
Me sonreía curiosa...
¡Un ángel vino del cielo!.

Sus guantes rojos al suelo..
Se despojó del vestido.
Un ángel llena de fuego...
Yo lo vi muy divertido.

En muchas cosas he mentido.
Sus ojos seguían tapados.
Miré como un pervertido...
¿El cuerpo lo había amado?.

Hablando me había besado.
Notando sus pechos prietos.
Enmudecido he quedado...
Sus bellos ojos despiertos.

Sus ojos están inquietos.
Su boca como una fresa.
Ahora no me arrepiento...
Era dulce aquella empresa.

¡Por fin vino la sorpresa!.
¡Y quedé petrificado!.
¡Y el antifaz en la mesa!...
¡¡Mejor se quede olvidado!!.

Autor: Jesús Gutiérrez Pascual.

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