.- Hay muchas guerras libradas.
Tengo varias aprendidas.
Con maltratos y amargada...
Normalmente era mi vida.¡Nunca me sentí rendida!.
Proseguía en mi alborozo.
Proseguía en mi alborozo.
Mi vida estaba perdida...
Recordé tiempos hermosos.
Tenía amantes misteriosos.
Tunantes y algo embusteros.
Jóvenes y muy curiosos...
Proseguían en candeleros.
Atrevidos caballeros.
Mozalbetes y estudiantes.
Gente con mucho dinero...
Me regalaban diamantes.
Reconocidos y galantes.
Empresarios y mineros.
Del Gijonés y de Alicante...
Escritos con buen tintero.
Recordé a mi marinero.
Aquel fue mi gran pasión.
Del Puerto del Sardinero...
Me entregó todo su amor.
Con él me entro la razón.
El cariño iba ahondando.
Me quite el caparazón...
De lo que iba rondando.
La vida pasa volando.
Nunca tuve un buen novio.
Siempre iba enamorando...
Cada uno era un tenorio.
Conocí muchos demonios.
Hoy tengo una nueva vida.
Con mi marino Victorio...
El que cura mis heridas.
Recordé tiempos hermosos.
Tenía amantes misteriosos.
Tunantes y algo embusteros.
Jóvenes y muy curiosos...
Proseguían en candeleros.
Atrevidos caballeros.
Mozalbetes y estudiantes.
Gente con mucho dinero...
Me regalaban diamantes.
Reconocidos y galantes.
Empresarios y mineros.
Del Gijonés y de Alicante...
Escritos con buen tintero.
Recordé a mi marinero.
Aquel fue mi gran pasión.
Del Puerto del Sardinero...
Me entregó todo su amor.
Con él me entro la razón.
El cariño iba ahondando.
Me quite el caparazón...
De lo que iba rondando.
La vida pasa volando.
Nunca tuve un buen novio.
Siempre iba enamorando...
Cada uno era un tenorio.
Conocí muchos demonios.
Hoy tengo una nueva vida.
Con mi marino Victorio...
El que cura mis heridas.
Con él me siento querida.
Él multiplica el placer.
Dueño con buena medida...
Para el amor y el querer.
Cumplo si es menester.
Algo cegato en costumbres.
Con mis manos y proceder...
Su nabo entre en mi lumbre.
¡Como una ola en la cumbre!.
Mis gemidos van al cielo.
Con fortaleza él me cumple...
Con avatares muy fieros.
¡No toco los pies en el suelo!.
Mi marinero me eleva.
Oigo campanas de duelo...
Las damas piden que llueva.
¡Que sus amantes se muevan!.
Las que viven doble vida.
Que sus verdugos se mueran...
¡Para no hacerlo a escondidas!.
Autor: Jesús Gutiérrez Pascual.- Guti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario