“ADOLESCENCIA! 2ª.
¡Ya me han cambiado mi cuarto!;
me han colocado un espejo,
no hay muñecas de trapo.
Esas muñecas lloronas…
Tan llenas de lloro y llantos.
Que me recuerdan de niña,
tanto y tantos sobresaltos.
¡Ya soy toda una mujer!;
cuando me miro de largo,
con el pelo más bien, corto,
con mis tacones dorados.
No me gusta ser adulta;
tiene sus más y sus menos,
conlleva el dolor propio...
Y ¿Porqué no? ... El ajeno.
¿Que habrá sido de José?...
¿De Juan?... ¿De Gerardo?;
mis tres amigos del alma,
tres amores olvidados.
Cada día me contemplo;
en ese espejo dorado,
ya me ha cambiado mi cuerpo,
ya no es estilizado.
Mi cuarto se encuentra oscuro...
¡Mi cuarto me lo han cambiado!...
¡Lanzo lejos mi vestido!…
¡Tiro mis zapatos blancos!...
Y busco, como una loca...
A mis muñecos de trapo.
“Querer tener experiencias antes de hora,
es comprometer tu propio futuro”.
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