"PERDÍ LO QUE MÁS QUERÍA, POR MIS LOCAS AVENTURAS".

"EL FIN DE UNA GRAN AMOR".

Siendo historia de un tenorio;
que por tontas aventuras,
me volví como un demonio...
Y viví con mis torturas.

Perdí un amor tan grande;
que reconoci tal hecho,
comienzo y no me lo agranden...
Con críticas no hay derecho:

.- Mi dama que era azafata;
cuando volvía de su vuelo,
me resolvia las erratas...
Siendo mi vida y consuelo.

Mis besos le volvian loca;
sus labios rojos y ardientes,
el cielo casi lo toca...
Cuando aún está caliente.

El alba cierra mis noches;
con su boca roja y tierna,
su cuerpo como un gran broche...
Con sus dos preciosas piernas.

El resplandor de la aurora;
subyace el cuerpo a mi vera,
como el frescor de las olas...
Como un día de primavera.

Boca poblada de perlas;
cuerpo moreno y hermoso,
cabeza para entenderla...
Con unos rizos sedosos.

Pechos muy duros y hermosos;
cintura estrecha y morena,
su rostro serio y muy soso...
Con su carita de pena.

Su cara fina y muy tersa;
con dos hoyuelos preciosos
manos de linda belleza...
Y ese mohín tan gracioso.

Si hay algo que me interesa;
es su fragancia y su aroma,
cuando propone muy tensa...
Como una linda paloma.

Sólo le faltan las alas;
semejante a un querubín,
en esa preciosa sala...
Me siento viejo y muy ruín.

Mis engaños de galante;
como un tenorio de pega,
de aventura extravagante...
De un malandrín que peca.

Malas lenguas venenosas;
llenas de odio y pesares,
le habrán contado mil cosas...
Con un sinfin de detalles.

Su corazón está sangrante;
sus labios miran el cielo,
es cruel mirar su semblante...
Sus ojos revelan celos.

Sueños que quedan en sombra;
besos que han sido robados,
miradas que hasta me asombran...
De un amor tardio y dorado.

Sueños en el cementerio;
enterrados para siempre,
es la vida, no hay misterio...
Se recoge lo que siembre.

Mi gestos desaparecen;
hacia un hondo barranco,
su gran ira reaparece...
Y pone sus ojos en blanco

Aún recuerdo aquella tarde;
con besos de enamorados,
caricias sobre su carne...
Esos sueños se acabaron.

En su lengua hay silencio;
lágrimas de hielo y fuego,
en su mirar su desprecio...
Y se acabaron los juegos.

Quise gritarle el perdón;
grité tan fuerte su nombre,
sentí el asco de un pendón...
No me tenía como un hombre.

La vida y amor se quedan;
escritos sobre mis labios,
viciados como cualquiera...
Me miro y hasta me enrabio.

Su imagen tersa y hermosa;
resguardada en mis retinas,
con su imagen dolorosa...
Me consuelo en las esquinas.

Voy borracho por las calles;
repleto de vino rancio,
la muerte mejor que halle...
Remordimiento y cansancio.

"Guti".


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