"FEDERICO GARCIA LORCA HABLANDO CONSIGO MISMO".

"LOS SUEÑOS DE UN POETA".

.- Fui un hombre apasionado.
Me encantaba la belleza.
Me encontraba ilusionado...
Conviviendo con tristezas.

Sin cordura en mi cabeza.

Ya no opino ni me extraña.

Me levanto de la mesa...

Ya me bebí mis tres cañas.

El desorden de mi España.
Auguraba su final.
Las izquierdas que la empañan
A medias eran su verdad.

Mi compleja vanidad.

Que iba muy por delante.

Cerca a la familiaridad...

Con los oídos farsantes.

Nunca protegí a mi amante.
Mientras miraba el diario.
Incluso los más galantes...
Concluyo es extraordinario.

No fue uno fueron varios.
Mis amantes preferidos.
Fueron tres extraordinarios...
Pero otros muy queridos.

Estuve muy perseguido.

Son los peligros que entraña.

A veces estaba vendido...

Viendo muchas telarañas.

Las izquierdas de mi España.
Son soeces sus insultos.
Conmigo calman su hazaña...

La mayoría hacen bulto.

Las minorías ocultos.

Esos siempre a su apaño.

Entre los pinos y arbustos...
¡Hacen el mínimo daño!.

Es al cabo de los años.

Y prosiguen sus engaños.
Los que me hicieron daño...
Vivo muerto con tacaños.

La política hace daño.
Políticos sin cultura.
Hablan cada cuatro años...
Más hablan con su impostura.

En la izquierda poca altura.

Son del campo y me acusaban.

Vivian con sus locuras...

Los ignorantes informaban.

Los de izquierdas difamaban.
Mi postura y mis creencias:
.- ¡Los maricones sobraban!...
Hoy remuerde sus conciencias.

Hoy están con exigencias.

Mis trabajos son hazañas.

Me colocan de Excelencia...

Y borraron sus patrañas.

¡Yo defendía a mi España!.
Muy revuelta e inocente.
Hoy mis poemas no dañan...
Hoy somos rojos decentes.

Nos admiran mucha gente.

Somos unos pavos con moco.

Hoy sale gente inocente...

¡Y los armarios no toco!.

Amigos tenia muy pocos.

Escogidos a mi manera.
Unos amantes muy locos...
¿Y porqué no, cien rameras?.

Amábamos la bandera.

Las mujeres amargadas.

Que venían a nuestra vera...

Que los hombres caducaban.

Mi sombra tan alargada.
La acogen mis enemigos.
Son las huestes encargadas...
¡Ahora dicen ser amigos!.

Ellos fueron los testigos.

Ahora borrachos de vino.

Van marcando su destino...

Canciones a los más finos.

Han plagiado mi destino.
Hasta me cantan mis versos.
Son gentes con poco tino...
Siendo de izquierdas perversos.

Hoy ya son todos conversos.

Visitando sus condenas

Huelen a canela y queso...

Y se tapan sus cadenas.

Los oigo y me dan pena.
Después de años de gloria.
Cantan y leen mis poemas...
Y no borraron mi historia.

Hoy se montan en la noria.

Y se olvidan del pasado.

Con los varones sin novia...

Ser maricón un pecado.

Perseguidos y amargados.

Escondidos como humanos.

La mayoría desterrados...

¡Por la Justicia y Letrados!.

Autor: Jesús Gutiérrez Pascual.- Guti.

.- En la madrugada del 18 de agosto de 1936, Federico García Lorca fue fusilado junto a un olivo en la carretera que une las localidades de Víznar y Alfacar. Se trataba del final de una historia llena de rivalidades políticas en la ciudad en la que habitaba "la peor burguesía más ignorante de España", como dijo el poeta.