"MI PRIMER GRAN AMOR".
El alma tenía tan blanca;
con una mirada abierta,
que mi corazón se ablanda...
Que mi corazón despierta.
"La busqué por verdes prados;
muy cerquita del río Tajo,
estaba muy acostumbrado...
De tanto monte y hatajos.
Un amigo de su Padre;
pensando que yo lo sabia,
me lo dijo ayer muy tarde...
Viendo que resolvería.
Me dirigí con mi coche;
al lugar en que habitaba,
al llegar se me hizo noche...
Una noche caldeada.
Dejando el coche aparcado;
anduve como un moribundo,
como un hombre tan marcado...
Reapareciendo en el Mundo.
Soñaba con altos muros;
que impedían mi llegada,
más el camino era duro...
Y mi cuerpo se cansaba.
Tapiada tras una puerta;
la admiré por la ventana,
llevando su ropa puesta...
Vi su melena gitana.
Sabiendo que estabas sola;
y cerrada bien su puerta,
enseñabas sus dos "lolas"...
En su cama tan dispuesta.
Me quedé tan alelado;
que me dió hasta vergüenza,
que me quedé adelantado...
Por ser yo tan sinvergüenza.
Se quedó ella tan desnuda;
como le parió su Madre,
no hablaba estaba muda...
¿Que trabajo hizo su Padre.
Te veía como en sueños;
admirando el cuerpo hermoso,
lástima tenias ya dueño...
¡¡Madre que pechos preciosos.
¿Y su perfil y su cara;
y sus ojos verde mar,
y esa sonrisa tan rara...
Dispuesta siempre a soñar.
En su camino a la mar;
el río Tajo se remonta,
me vuelvo a escandalizar...
Porque ríe como una tonta.
Hace gestos infantiles;
bailando como una loca,
alumbrada por candiles...
Veo a sus manos que "tocan"...
Su bello cuerpo de diosa;
sus bellas manos acarician,
con ademán lujuriosa...
Ver su cara una delicia.
No quiero ver en su espejo;
una mujer desdentada,
con su pellejo tan viejo...
¡¡Quiero ver a mi sultana.
Demoliendo mis romances;
a la vista de su cuerpo,
mis sentidos que se esparcen...
¿No se si estaré muy cuerdo.
Paseando por su cuarto;
como una ninfa de un cuento,
ya son las tres menos cuartos...
¡¡Siento hasta remordimientos.
Describir siempre este verso;
me trae recuerdos insanos,
con estrellas y universos...
Y su cuerpo tan lejano.
Nadie me quiere entender;
en mis lloros y desventuras,
seria como pretender...
Soñar otras aventuras.
Me aparté de su ventana;
rememorando el acierto,
no era mi prima ni hermana...
Me ha dejado en un desierto.
El vicio de un mal mirón;
se me apropió aquella noche,
andaba mucho peor...
Hasta que llegué a mi coche.
Fue una dura caminata;
y mi escozor me aumentaba,
un bombón de bella nata...
Su imagen multiplicada.
Cumplidos los veinte años;
y el bombón con dieciocho,
la que me hizo tanto daño...
Su marido veintiocho.
Y aquí se me acaba el drama;
¿tendría sosiego mis lloros,
mi dolor, canela en rama...
¡¡Soy joven y bastante mono.
Espero a mis veinte años;
no me ocurran más desgracias,
pido que no me hagan daño...
¡¡Y eso tendría mucha gracia.
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