viernes, 24 de septiembre de 2021

"PARA AMBOS FUE LA PRIMERA VEZ".


"LA NIÑA DE MIS AMORES".

.- Era preciosa y madura.
Su cuerpo estaba inquieto.
Su belleza una locura...
Un cuerpo divino y prieto.

Sumando no me arrepiento
Su visión me reclamaba.
Restar el proceso al viento...
Multiplicando la amaba.

Maria José se llamaba.
Me dijo que era el primero.
En aquella madrugada.
Resalté como un torero.

Un catorce de febrero.
Un día capaz de amarle.
Llevaba un lindo sombrero...
Con intención de calmarle.

Fui deshojando sus carnes.
Bello fino y muy mojado.
Un cuerpo capaz de atarme...
Me dejó algo trasquilado.

Desponsadose a mi lado.
Vi en su tobillo una venda.
Me tenia enamorado...
¡Sus dos tetas eran tremendas!.

Ella me lanzó sus prendas.
Y seguia desenfrenada.
Braga vestido en revenda...
Que recogí con más gana.

Esquilando buena lana.
Especulando en sus años.
En proporciones me gana...
Para ella era un extraño.

Sólo tenía veinte años.
Era todo exuberancia.
Siendo mi primer apaño...
Miró y me dio las gracias.

Era pequeña la estancia.
Me miró como una loca.
Reducida la distancia...
Con sus pechos y su boca.

Sus carnes como una roca.
Le he contado varias canas.
Voy colgando bien mi ropa...
Son pantalones de pana.

Ella se tiende en la cama.
Abierta de dos razones.
Grita mi nombre y me llama...
Y laten dos corazones.

Cada cual con sus razones.
¡Ya me llamó sinvergüenza!.
Dispuse mis ilusiones...
Y la penetre con fuerza.

Esto me causa vergüenza.
Con veinte años cumplidos.
Vivíamos en Sigüenza...
Hoy nos hemos entendido.

Los dos estamos rendidos.
Siendo ella muy urbana.
Hoy estoy muy bendecido...
La veo desnuda en la cama.

Y con un cuerpo de rana.
Cerré los ojos y me dije.
A torear por las ramas...
No hay faroles que me fije.

Mi estandarte se dirige.
Con la luz de seis cerillas.
Que no se encienda y aflige...
¡Aquel cuerpo de chiquilla!.

A clavarle banderillas.
Y después con la estocada.
Con la edad de esta vaquilla...
No me dejó en la estacada.

Nunca la he visto amargada.
Ya no lo ve como apaño.
Tampoco la veo espantada...
¡Cuatro veces se fue al baño!.

Yo he cuplido treinta años.
Y la llevé hasta las tablas.
La penetré y le hice daño...
Saliendo muy escaldada.

Yo no la he visto enfadada.
Le vinieron tres seguidos.
Me besó y no dijo nada...
¡Yo no soy un mal nacido!

Ni tampoco un mal parido.
Soy notable y resistente.
Soy un amante querido...
¡Y lo se ahora de repente!.

Se levantó el Presidente.
Enarbolando el pañuelo.
Aunque yo soy residente...
Mi amada un lindo buñuelo.

El Presidente es abuelo.
Rabo y orejas es mi gloria.
Entre esperanzas y vuelos...
Me abrazó como una novia.

Aquí se acaba la historia.
De un arquitecto torero.
Maria José con su histeria...
Mi padre fue un gran guerrero.

Autor: Jesús Gutiérrez Pascual.- Guti.

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