Valerme que me has descrito;
¡no te creo por embustero!,
con mucho espanto lo admito...
Pero creo que es traicionero.
Creo que no tiene amores;
son comentarios absurdos,
la sangre me hierve horrores...
Los comentarios son duros.
Su cuerpo es tan hermoso;
y sus pensamientos libres,
tan lucidos y briosos...
Cuando me habla Matilde.
He despertado en dormir;
en este lecho excelente,
¡¡y tu me vienes a herir...
En medio de tanta gente.
Me dices que el sueño engaña;
que la realidad es muy cruda,
porque ella me regaña...
Se enseñorea en mi las dudas.
No quiero más desengaños;
decidme; ¿quien pudo ser,
el agua sale de un caño...
Lo otro no es merecer.
Estafa mis fantasías;
muy lúgubre en mi sueños,
sucedió mientras dormía...
Siendo que tenia un dueño.
¿Quién se mete a discurrir?;
si me engaña con un hombre,
yo no paro en discutir...
Me divorcio y quito el nombre.
Me marché raudo y muy presto;
quería saber la verdad,
comandaría con respeto...
Y no herir su integridad.
Más tropecé en el camino;
con un golfo redomado,
le llaman "correcaminos"...
Muchos amores sangrados
Él me explicó por encima;
una conquista lograda,
la conquistó en una encina...
Dejándola espatarrada.
No conocía a mi mujer;
ni sabia que la tuviese,
tantos datos en el querer...
Aunque palos mereciese.
Coincidía con mi Matilde;
sus cuitas y negligencias,
unas letras de uve triples...
Acabó con su indecencia.
Esas letras las llevaba;
en un sitio muy discreto,
viéndose muy desnudada...
Siendo aquello un gran secreto.
Aquello me abrió los ojos;
no había dudas en sus amores,
oírlo y me sonrojo...
Los hombres no son traidores.
Entré en casa de Matilde;
y pegándole tres gritos,
y una bofetada horrible...
De Matilde, era su rito.
Me rehice y le gritaba;
lo que había cosechado,
ella quedóse atontada...
De lo que había abucheado.
Eres mujer traidora;
una doncella infiel,
una mujer pecadora...
Te han pillado más de tres.
Hembra de doble vida;
con lo que yo te he querido,
buscándote la salida...
Mi corazón has herido.
Por un posible traspiés;
de múltiples sentimientos,
de olvidos en su revés...
De placer y resentimiento.
Con corazón de maldades;
en la intimidad de mi alcoba,
me cuentan barbaridades...
No se lo inventa mi boca.
Me engañas con más de tres;
siendo próximo tu cuerpo,
gritandolo más de cien...
Siendo la mitad los cuervos.
De escultura esplendorosa;
hermosa oliendo a flores,
eres fina y ardorosa...
Me han sacado los colores.
¡Olvida que me has querido!;
yo olvidaré tus pecados,
sangra el corazón herido...
Tu rostro, tus ojos, tus manos.
¿Así me pagas mi amor?;
mis caricias, mis desvelos,
fugándote sin temor...
De pensarlo me revelo.
Con esta sucia traición;
me has dejado medio muerto,
no te queda corazón...
Quejandome de este entuerto.
¡Vete y déjame en mi llanto!;
como hombre en desamparo,
desde tiempo no te canto...
Porque no busco tu amparo.
Con mi ruina y con mi suerte;
por haberte suplicado,
que quería volver a verte...
Un amigo me ha enredado.
Cicatrizará mi herida;
y podré restablecerme,
con esta hiel asesina...
¡¡No quiero volver a verte.
Con este corte profundo;
has desgarrado mi Alma,
por tu culpa yo me hundo...
Y prefiero tener calma.
Ya no eres mi mujer;
y tu podredumbre aflora,
tu nunca me has sido fiel...
Mi cariño se evapora.
Con vicios de más de tres;
con profundidad remota,
has hundido mi querer...
Y siento que no lo notas.
Son tus vicios pecadores;
que apesta con malos vientos,
y matas mis oraciones...
Mis más tiernos sentimientos.
Pasado una temporada;
mi vida fue un torbellino,
"todo lo que se meneaba"...
Convirtiéndome en un"chino".
Quiero decir "muy abierto";
veinticuatros horas al día,
no paraba en desconciertos...
Y mi cama ya "se hundía".
Decentemente en mi cama;
de hierro no puede ser,
la cama era niquelada...
Cómoda de merecer.
La rubia me sonreía;
y me preguntaba a veces,
otras veces me veia,
¡¡Que mujer; se lo merece.
¿No ves la herida que tengo;
desde el pecho hasta la espalda,
en esto no me entretengo...
Hay cosas que lo respalda.
-¿No veo tales señales;
sólo está en tu cerebro,
te habrán clavado puñales...
No has muerto y lo celebro.
-Dejadme subir al menos;
y cabalgar en tu cuerpo,
yo no digo que el camelo...
No vea siendo tan tuerto.
Hasta las verdes veredas;
con los rayos de la luna,
una mujer desespera...
¿Había quedado a la una?.
Era una morena hermosa;
con curvas y buenos pechos,
su carita era preciosa...
¡Y aquí termino mis hechos!.
"Guti". ·El romancero".
Daily Star Babes - Rosy O'Brien on MUZU.TV.
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