"LA SOLEDAD Y EL SILENCIO".
¡¡Que vil es la soledad;
que recuerdos que agonías,
pertenezco a la orfandad...
Con lo que yo la quería.
Porque para andar conmigo;
soy sufrido en pensamientos,
no tengo amor ni testigos...
Cada noche estoy muriendo.
No sé que tiene mi pueblo;
donde trabajo y no duermo,
con la venia de los cuervos...
con el carril de mis ruegos.
No puedo vivir más lejos;
no estoy bien ni mal conmigo,
más no creo en los pellejos...
Que abandonan sus testigos.
Muy mal va mi entendimiento;
si una mujer, todo es alma,
cautivos mis sentimientos...
Hay que guardar mucha calma.
Entiendo lo que me dicen;
¿porqué el resto no lo entiendo,
si los vecinos maldicen...
Y el resto lo va sintiendo.
Cómo se sufre en amores;
siendo ignorante y soberbio,
y causa tantos dolores...
Y nadie pone remedio.
Cuantas cosas que me cansan;
la "gobernanza" del pueblo,
los cuatro vagos descansan...
Y otros pican como cuervos.
Dócilmente me defiendo;
pero no puedo aguantarme,
de los chanchullos de necios.
De las fiestas y el "aguarde".
Sólo con falso argumento;
que humillan su necedad,
predicar el estamento...
Con cualquier necesidad.
No caben en tres sujetos;
la indiferencia conozco,
más yo miro y me contemplo...
¡¡Y no veo, lo reconozco.
¿Es arrogancia o locura;
o humildad en su desprecio,
pienso que en la calentura...
Ya no existe tal aprecio.
Más supe en este tiempo;
con tantos sabios que nacen,
porque lo huelo y lo "siento"...
Que mis sentidos deshacen.
Dijo un sabio al exclamar;
que ser bueno y bien nacido,
contando con su humildad...
Será honrado y bendecido.
Los Bancos a más y menos;
lo acaban de comentar,
van ganando más dinero...
Cuando no hay ni libertad.
Yo me aprecio de entendido;
con desdichados sin precio,
cualquiera que se haya ido...
Son gentuza que desprecio
Aquellos por vanidosos;
son ladrones y discretos,
suelen decir;¡¡soy dichoso...
Ni son Pepe ni Anacleto.
No puede durar el mundo;
por lo que dicen, y lo creo,
los guerreros son inmundos...
Me lo cuentan en el recreo.
Y que se rompa ya presto;
son señales de cien juicios,
son cosas que represento...
Y se ven en sus indicios.
Ver que todo lo perdemos;
trabajo muebles y comida,
otros muchos más o menos...
Sale las gentes dolida.
Según dicen los antiguos;
los profetas han cambiado,
yo los escucho y persigno...
Unos y otros "ladeados".
Cuando al Caribe marcharon;
tal la pusieron los hombres,
la libertad machacaron...
¡¡Y no expongo ningún nombre.
¿Para que si ya es sabido;
gobernantes con buen pico,
políticos resentidos...
Abanderando a los ricos.
Ver a los hombres antiguos;
y el calor y lo moderno,
con trajes y bien vestidos...
Elegantes como internos.
Se quejan de muchos precios;
con un sueldo que da gloria,
son políticos muy recios...
Pero eso es otra historia.
Con pan y poco trabajo;
con el sudor del vecino,
habitando escarabajos...
Indecentes y asesinos.
Algunos muy obedientes;
a su vergüenza y su miedo,
con honor y muy decentes...
¡¡Se oyen con gritos de hielo.
Ya peregrinan los ciegos;
los tontos con sus carretas,
los José y muchos Diegos...
Se han quitado sus caretas.
Y dejando los sermones;
ya ha venido mi María,
la "otra" tenia dos cojones...
Y al final ni la quería.
Mi María es muy hermosa;
es muy rica y muy ligera,
de lejos es muy preciosa...
De cerca muy altanera.
Yo la convino con creces;
es cabezona y tozuda,
se desgarba y aparece...
Siendo muy suelta y forzuda.
A mi me pasa dos palmos;
pesa sus noventa en bruto,
si discutimos la empalmo...
Siempre conejea sus hurtos.
Esta bien proporcionada;
un muslo suyo es mi cuerpo,
es un poco retrasada...
Y grita que no soy cuerdo.
Vivo feliz y contento;
sólo le pido a la vida,
que de salud y me concentro...
Por si alguien me convida.
Sólo pido que adelgace;
que quede en sesenta kilos,
Su cuerpo parece un alce...
Yo como el gallo kirico.
A mi me gustan llenitas;
esqueletos no me gustan,
que no sean ballenitas...
Porque muy gordas disgustan.
Hay que leer entre lineas;
estos cuartetos y enredos,
ajustar un buen tiralíneas...
Para leerlos primero.
En tres años le han crecido;
los pechos a mi María,
y no han sido intervenidos...
Es lo que yo más quería.
Adelgazó hasta su cuerpo;
y los pechos le crecían,
rodeada de los cuervos...
La admiraban y veían.
Trabaja de secretaria;
a veces hace viajes,
vistiéndose extraordinaria...
Vienen de Asturias los "guajes".
Dicen que los cuernos pican;
¿hay que ver cuanta ignorancia,
los tocan duros y repican...
Siendo bueno en la desgracia".
"Guti".
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