Noto su mirar de hielo; me esquiva cuando le miro, me habla y noto su miedo... Su valentía le admiro.
Con relación tan sentida; me relata sus miserias, creo que está resentida... Y a punto con sus histerias.
Me habla de su inocencia; trono del pudor eterno, siendo de poca inconsciencia... En mi casa y mi terreno.
Aunque a veces su agudeza; en este ardoroso estío, ya crece en mi la tristeza… Porque no soy su marido. Le he entregado a escondidas; estrellas muy conocidas, más no entregaría mi vida... Tengo el cuerpo con heridas.
Yo soy fiel en mis promesas; soy recto y eso me abruma, con dolores de cabeza... Porque no tengo fortuna.
Sólo cuando ella me besa; como una princesa loca, le digo con más franqueza... Que no me lo de en la boca.
Me habla de su honradez; y se alaba sin razón, lo mismo por ser mujer... Me ha arrancado el corazón.
Recordando lo de antaño; por cubrirle la pasión, viviendo de desengaños... Rendida sin condición. Muchos modos de engañar; en su pecar consentido, en su manera de amar... Me deja muy resentido.
Pero amo a esta mujer; me tiene medio embrujado, para mi es un gran placer... Y yo soy también amado.
Es la pasión que me embarga; la vida como un castigo, que mi corazón se encarga... De que esté siempre conmigo,
Le miro y más lo deseo;
quedo tonta y hechizada,
daría lo que poseo...
Ya me tiene enamorada
Hacia mi va su mirada;
y busca besar mi cuello,
me siento feliz y amada...
Y siento que va a degüello.
Su fragancia por mi cara;
sus manos sobre mis pechos,
me entrego tonta y muy rara...
Y miro fija hacia el techo.
Soy un clavel desmayado;
queda mi cuerpo en sus manos,
hay deseos incontrolados...
Son sentidos que sumamos.
Espasmos sobre mi vientre;
la inocencia se perdió,.
era un siete de noviembre...
Se realizó mi ilusión.
Hay amores en el viento;
detalles que me perdieron,
aumentó mis sentimientos...
Y mi corazón vendieron.
Sus miradas hechiceras;
con caricias muy oscuras,
con astucia verdadera...
Siendo dulces y tan duras.
Olvidarle yo no quiero;
le entregué cuerpo y mi alma,
con promesas y sin dinero...
Lo abracé con mucha calma.
Con su amor tierno y sensible;
entre rosas y un clavel,
es muy poco comprensible...
Que adorne un lindo vergel.
Mientras florecen las flores;
me ofrece amor sin celos,
muchas rosas de colores...
Con las estrellas del cielo.
Yo le sembraré poemas;
a mi caballero errante,
viendo su cara morena...
Y su halagos galantes.
Amanece el nuevo día;
ya no se ven las estrellas,
él me amaba y me quería...
Me contaba que era bella.
Que me ame, estoy sedienta;
de sus besos y sus abrazos,
de mermelada y de menta...
De mis penas y mis atrasos.
"Guti". "El romancero".
"MI SUEÑO HECHO REALIDAD".
Contemplando el verde mar;
que se refleja en sus ojos,
viviendo un sueño al amar...
Sin pesares; sin enojos.
Su blusa apresa inconsciente;
su potencia pectoral,
sobresalían noblemente...
Lo mismo que el verde mar.
Alimento de inocentes;
que acrecientan su figura,
haciéndole diferente...
Más mujer y más segura.
Hechizada mis miradas;
le admiro como a una diosa,
beso sus manos y su cara...
Con sus labios color rosa.
Me mira muy descarada;
con sus ojos; dos luceros,
con tu pelo y su sombrero...
Con su sonrisa tan clara,.
Hoy cumple en el mes de enero;
veinticuatro hermosos años,
no aparenta tal engaño...
Yo los cumpliré en febrero.
Siendo bella y siendo tierna;
son hermosos sus detalles,
le piropean por la calle...
Por su cuerpo y por sus piernas.
Por sus ojos y por su cara;
por su andar y su salero,
desde el último al primero...
Los caballeros se paran.
Sus andares de princesa;
su simpatía y su decoro,
con esos ojos tan moros...
Que desplaza las tristezas.
Elegante y orgullosa;
con sus miradas valientes,
ignora muy noblemente...
Con su fragancia de rosas.
Su cuerpo hermoso y tan prieto;
su mirada dulce y pura,
me invaden ligeras dudas...
¡Ya no duermo; estoy despierto!.
"Guti". "El romancero".
"CON EL ALCOHOL NO HAY RECUERDOS".
Eso pasa con las juergas;
que no sabes como acaban,
ni siquiera la que juega...
Si es feliz al ser amada.
Con dolores de cabeza;
dormida y con vomiteras,
ha causado su tristeza...
Desnuda en la cabecera.
Hay recuerdos inquietantes;
difuminado en la mente,
resplandecen al instante...
Siendo mema e inocente.
La reacción es de peso;
convirtiéndose en locura,
mira marcas en sus pechos...
Se perdió toda cordura.
Desnuda frente al espejo;
se dio cuenta que hubo greña,
en sus labios había pellejos...
Es inútil si se empeña.
¿Y aquel sombrero tan raro;
y las marcas azuladas?,
para ella fue un gran palo...
Temía haber sido amada.
De sus labios y de su boca;
surge el pecado y su suerte,
para volverse más loca...
Sin rendirse ante la muerte.
Con las ropas por el suelo;
piensa; ¿quien fue el caballero?,
en la ventana vio el cielo...
Abajo vio marineros.
Tendría que tomar medidas;
su boca estaba muy seca,
por tonta y entrometida...
Por ser bocazas y tan terca.
.- Desde ahora en adelante;
tendré que ir con cuidado,
yo quiero un mozo galante,
que sea bueno como amante,
que se encuentre enamorado...
¡Que me mime a cada instante!.
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