"UN HERMOSO SUEÑO DE MUJER".
Contemplando el ancho mar;
que se refleja en sus ojos,
viviendo un sueño al amar...
Sin vergüenza y sin enojos.
Su blusa apresa inconsciente;
su potencia pectoral,
sobresalían noblemente...
Lo mismo que el verde mar.
Alimento de inocentes;
que acrecientan su figura,
la hace más diferente...
Más mujer y más segura.
Hechizada mis miradas;
le admiro como a una diosa,
beso sus manos y su cara...
Con sus labios color rosa.
Me mira muy descarada;
con sus ojos; dos luceros,
con su pelo y su sombrero...
Con su sonrisa tan clara,.
Hoy cumple con su hermosura;
muchos y hermosos años,
no aparenta tal engaño...
Es muy linda su frescura.
Siendo bella y siendo tierna;
son hermosos sus detalles,
la piropean por la calle...
Son hombres de buena tierra.
Por sus ojos y por su cara;
por su andar y su salero,
desde el último al primero...
Los caballeros la amparan
Sus andares de princesa;
su simpatía y su decoro,
sus lindos ojos de moro...
Se me olvidan las tristezas.
Presumida y orgullosa;
con sus miradas ardientes,
ignora muy noblemente...
Con su fragancia de rosas.
Su cuerpo hermoso y tan prieto;
su mirada dulce y pura,
me ha encantado su dulzura...
¡Ya es que sueño hasta despierto!.
"Guti". "El romancero".
"SOÑANDO UN HERMOSO SUEÑO".
Lo único que poseo;
es que estoy enamorada,
reencontrando su mirada...
Ya conozco sus deseos.
Como un rosario en la aurora;
queda en mis labios sus besos,
tan húmedos y tan rehechos...
Con su perfume y su aroma.
Son alegres sentimientos;
sus deseos son los mios,
¡cuanto lo quiero Dios mio!...
Con palabras en el viento.
La brisa en su movimiento;
aletarga mis pesares,
que me cuentan sus verdades...
Y asumen mis pensamientos.
Tras un clamor de maldades;
entre celos y codicias,
noto en ellos su avaricia...
Y también sus falsedades.
¡Nunca olvidaré un te quiero!;
ni un beso correspondido,
yo que siempre le he querido...
He visto en sus ojos miedo.
Siendo tan dulce su piel;
con su aroma de varón,
que arrasa mi corazón...
Tan dulce como la miel.
Es el tiempo de las rosas;
de los lirios y de los nardos,
que salen de su letargo...
Con azucenas hermosas.
Quizás cuando las estrellas;
alumbren el firmamento,
y esté de mi amor sediento...
Me verá dulce y muy bella.
Me miro frente al espejo;
mis pechos firmes y prietos,
¡entonces es cuando despierto!...
Y veo cien mil pellejos.
El tiempo no me perdona;
ya he cumplido los sesenta,
mi mente no está contenta...
La belleza me abandona.
Me ha salido un pretendiente;
un varón joven y hermoso,
muy valiente y orgulloso...
Tan amoroso e inocente.
queda en mis labios sus besos,
tan húmedos y tan rehechos...
Con su perfume y su aroma.
Son alegres sentimientos;
sus deseos son los mios,
¡cuanto lo quiero Dios mio!...
Con palabras en el viento.
La brisa en su movimiento;
aletarga mis pesares,
que me cuentan sus verdades...
Y asumen mis pensamientos.
Tras un clamor de maldades;
entre celos y codicias,
noto en ellos su avaricia...
Y también sus falsedades.
¡Nunca olvidaré un te quiero!;
ni un beso correspondido,
yo que siempre le he querido...
He visto en sus ojos miedo.
Siendo tan dulce su piel;
con su aroma de varón,
que arrasa mi corazón...
Tan dulce como la miel.
Es el tiempo de las rosas;
de los lirios y de los nardos,
que salen de su letargo...
Con azucenas hermosas.
Quizás cuando las estrellas;
alumbren el firmamento,
y esté de mi amor sediento...
Me verá dulce y muy bella.
Me miro frente al espejo;
mis pechos firmes y prietos,
¡entonces es cuando despierto!...
Y veo cien mil pellejos.
El tiempo no me perdona;
ya he cumplido los sesenta,
mi mente no está contenta...
La belleza me abandona.
Me ha salido un pretendiente;
un varón joven y hermoso,
muy valiente y orgulloso...
Tan amoroso e inocente.
Aunque tengo serias dudas;
responderé a ese amor,
me alegrará el corazón...
Con su encanto; quede muda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario