¡Te echo tanto de menos;! de tus besos y tu dulzura, caricias de caramelo... De tus abrazos y locuras.
El aroma de jazmines; y la esencia de las rosas, fragancia de los jardines... Con tus manos amorosas. Perfume de primavera; viento dulce de montañas, en un río en su ribera... Son los sueños que me engañan. Siendo un ángel en mi cielo; tu sonrisa y tu mirada, con sonrisas y sin celos... Renuevas tu envidia sana.
Cuando veo tu hermosura; de bella ninfa temprana, con tu lozana frescura... Y el candor de tu mirada.
Tu risa limpia y hermosa; y tus labios color grana, con miradas tan preciosas.., Y gozo henchido de ganas.
Liba al viento tus encantos; palidecen las estrellas, se contrarian los astros... Estremeciéndote en ellas. Como suave primavera; pasajera de mi amor, de aquella visión primera... De este rutilante ardor. ¡Dios mío yo te quería!; con mi cariño tan recio, de un amor que yo creía... Que guardo con mi silencio.
Eras lujuria en el día; por la noche eras amor, era un logro que temía... Que rompió mi corazón.
Se que aquello acabaría; era sólo una aventura, desfallezco y moriría... El romance en desventura.
Dueña de mis alegrías; señora de mis tormentos, amiga de mi energía... Rosa de los cuatro vientos.
Clavel de mis agonías; sabiendo que tienes dueño, con tristezas en sintonía... Huelo a nardos en mis sueños.