"COMO AMANTE; HE VIVIDO DE LAS MUJERES".

"NACÍ TENORIO Y VICIOSO".

Esta historia es de locura;
ya siento vergüenza ajena,
para perder la cordura...
Y que sea pasajera.

Una hija con su madre;
muy faciles en los  amores,
una pronto y otra tarde...
Les robe sus corazones.

La madre rubia y morena;
cambiando siempre el color,
su hija como un poema...
Su madre como una flor.

Hay artistas de verano;
otros son de primavera,
los primeros veteranos...
Son razones verdaderas.

¿No se ni como contarla?;
hay líos como en un cuento,
no hay tiempo para abordarla...
Porque en ella hay encuentros.

Hay milagros en la vida;
que no ocurren a diario,
hay mujeres muy queridas...
Con un cuerpo extraordinario.

La vi en una gran revista;
me encaprichó su belleza,
inteligente y muy lista...
En sus ojos vi tristeza.

Le mandé un lindo poema;
sabia que era  caprichosa,
por lo visto le di pena...
Me envió un ramo de rosas.

¿Que satisfacción tan plena;
un poema por diez rosas?,
con alegría y condena...
Eran bellas y olorosas.

Me envió una buena carta;
dándome la enhorabuena,
era una mujer con casta...
Su carta olía a hierbabuena.

Con una foto graciosa;
vistiendo un corto vestido,
con unas piernas preciosas...
¿Dirán si soy pervertido?.

Le envié muchos poemas;
hablándole de mis sueños,
aquella mujer morena...
Era casada y con dueño.




"SEGUNDO ACTO:

Cada envío era un regalo;
con poemas atrevidos,
llenos de besos y halagos...
No era amante ni querido.

Yo no he pedido la luna;
sólo he pedido un momento,
mujer hermosa hay una...
La que me da este tormento.

Recibía fotos hermosos;
con un cuerpo impresionante,
con andares orgullosos...
Con eso digo bastante".

Al cabo de pocos días;
se presentó una señora,
me dijo lo que quería...
No entiendo porque me llora.

.-¡Deje tranquila a mi hija!;
que estará muy bien casada,
que funcione y se corrija...
Que yo ya estoy muy cansada.

.-¡Señora no le comprendo!;
a que viene esta parodia,
¿si no me llora, la atiendo?...
Le vendrá una paranoia.

Me explicó por su comienzo;
que se había enamorado,
antes tuvo mil tropiezos...
¡Y por fin se había casado!.

Admiré bien su figura;
su linda cara y su cuerpo,
y concebí su hermosura...
Ya no se si estaba cuerdo.

Me fijé en sus ojos verdes;
en su cara y en sus labios,
sus hechuras que me pierden...
Como amante soy muy sabio.

Admire sus compostura;
su cuerpo de carnes prietas,
sus palabras y su cordura...
Y mi hambre que despierta.

Hablándome con soltura;
con unas graciosas muecas,
ya me entraba calentura...
Hasta el fondo de mis tuercas.

Tan joven y tan hermosa;
¿con hija de veinte años?,
sería tan linda y preciosa...
Parir sin tener más daños.

 

"TERCER ACTO:

Y prosiguió su relato;
y yo admirando sus pechos,
siendo un gran vivo retrato...
En su corpiño y derechos.

.-Más un gracioso poeta;
le entró muy bien por los ojos,
una carpeta repleta...
Que al leerlos me sonrojo.

.- ¡Señora: son mis poemas!,
lo que escribo son basura,
con mucha alegría y penas...
Son de muy poca cultura.

Se marchó muy sollozante;
y miré por mi ventana,
un coche con cabrestante...
¡Tenia pasta aquella dama!

Recibí una nueva carta;
explosiva e incendiaria,
con bombones y una tarta...
Todo en ella extraordinaria.

Elogios enmudecidos;
los que clama mi princesa,
dos puntales recibidos...
Como dos preciosas trensas.

En el regalo portaba;
una foto de la madre,
desnuda en la playa estaba...
¡Aquel cuerpo es un desmadre!.

Que cuerpo, vaya hermosura,
tan desnuda la parieron,
-dije yo con cara dura...
Sus padres que bien lo hicieron.

Verla causa calentura;
con un cuerpo generoso,
contemplarla a esta altura...
Con una foto glorioso.

Era la dama en cuestión;
la cual me pedía un poema,
¡la madre que la parió!...
Por fin se acabo sus penas.

Poema que le enviaba;
regalo que recibía,
en ninguna le violaba...
Sus derechos; me decía.

Me contó que mis poemas;
le hacían reír y llorar,
una rubia tan morena...
De mi se fue a enamorar.


 

·CUARTO ACTO:
.
-¡No cambies nunca poeta!;
que tus poesías hermosas,
aunque uses buenas tretas...
Son lindas y muy graciosas.

Con la edad voy madurando;
más, desesperan los años,
tanto tiempo trabajando...
Que me ha hecho tanto daño.

Cogí un amante de apaño;
siendo mayor y muy rico,
por mi nunca hubo engaño...
Falleció y cerró su pico.

Quiero vivir otra vida;
tal vez sea la segunda,
¿si un artista me convida?...
Yo le haría otra pregunta.

¿Me dejas besar su boca?;
y acariciar el bello cuerpo,
lo que se da, si se toca...
Y acabarían mis recuerdos.

Tengo experiencia adquirida;
más los años no perdonan,
¿sería muy bien querida?...
¡No como otras pendonas!.

Mujeres tan maliciosas;
con daños son conocidas,
por fuera son muy hermosas...
Por dentro muy encogidas.

¿Como acabo esta historia?;
pregunten si son curiosas,
la pasta con buena gloria...
Abren puertas muy hermosas.

Mi amante compró un gran piso;
y lo colocó a mi nombre,
lo noté como un capricho...
Pero a mi me hizo un hombre.

Tenia sus cuarenta años;
pero aparentaba treinta,
muy esplendida y sin daños...
La cama a mi me calienta.

La historieta con su hija;
se acabó tan de repente,
sin memoria que no rija...
Se volvió seria y decente.

Y aquí se acabó la historia;
de las miserias al gozo,
de renta vivía en la gloria...
¿Porque no en un calabozo?.


 

"QUINTO ACTO:

En una jaula de oro;
quiso meterme mi amante,
como en un harén de moro...
Me veía guapo y galante.

Siendo rica y vanidosa;
atendía bien sus negocios,
al ser terca y orgullosa...
Me dejo tiempo de ocio.

Cosa que yo aprovechaba;
para correrme mis juergas,
pero quedo embarazada...
Conmigo no se a que juega.

Aunque tenia más amigas;
tan hermosas como ella,
aquellas que no se ligan...
Con ninguna hay querellas.

Estando de cuatro meses;
me nombró de presidente,
era un puesto que merece...
Ser honrado y muy decente.

Los negocios en viento en popa;
con consejos y su experiencia,
cada victoria una copa...
Acabó con mi indecencia.

En tres o cuatro viajes;
su hija me acompañaba,
vestía un precioso traje...
Terminamos en la cama.

Entre negocios y cenas;
me convertí en su amante,
por dentro sentía mis penas...
Por fuera era muy galante.

¿Si hermosa era su madre?;
de tal palo tal astilla,
trabajando hasta muy tarde...
Olvide hasta mi costilla

No olviden mi condición;
fui captado como amante,
repartida mi pasión...
Por ser guapo y muy galante

Ambas tuvieron retoños;
las dos vivían muy felices,
el sexto nació en otoño...
Los seis comieron perdices.

"Guti". "el romancero".


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