"LES CONTARÉ UNA HISTORIA".
.- Algunas citas me cansan;
pierdes el tiempo y dinero,
las citas dan esperanza...
Quedan pocos caballeros.
Quedé con un marinero;
en un café de una plaza,
mi corazón prisionero...
Como un objeto de caza.
Le di la llave de casa;
y me lo encontré en mi cama,
fuerte y valiente de raza...
Esperaba que me amara.
Se levantó y me abrazaba;
con pasión lo he recibido,
lentamente fui a la cama...
Desnuda sin el vestido.
Son placeres que he vivido;
que me vuelven medio loca,
mi cuerpo queda rendido...
Me besa mi roja boca.
Mis ansias no se equivocan;
y mis instintos arrasan,
¡no quiero porros ni coca!...
Sólo cuando él me abraza.
Equipada con mesura;
sostén y mantenimiento,
proseguimos la locura...
Mi cuerpo ardió por momentos.
Aquel hombre era un tormento;
¿si un amante a mi me toca?,
¡al infierno el sufrimiento!...
Mi vida no se equivoca.
Ahora me besa mi boca;
son besos dulces y salados,
con espíritu de loca...
A sus ojos le he mirado.
Noto que lo he enamorado;
me cuenta varias historias,
hablando ha piropeado...
Mi boca linda y gloriosa.
Hemos vuelto hacer un paro;
el bochorno es horroroso,
lo vi serio; estaba raro...
Tenia un cuerpo precioso.
Pelo en pecho como un oso;
mi cabeza descansaba,
en su cuerpo musculoso...
Y amanecía la mañana.
Me levante de la cama;
sentí en mi garganta un agrio,
abrí puertas y ventanas...
Mi cuerpo era un calvario.
Hacia un día extraordinario;
con las fragancias de flores,
siendo un día de a diario...
Todo lo vi de colores.
Sentía angustia y dolores;
aún se veía la luna,
el astro de mil amores...
Con el color de aceituna.
Era casi medio día;
dos zumos y tres cervezas,
me achuchaba y me rendía...
En mi boca una cereza.
Me encontré como un presa;
la esclava que iba vendiendo,
el amor si me interesa...
Y mi cuerpo está sufriendo.
Mi cuerpo; ya esta ardiendo,
noté que era muy valiente,
aunque tenga sufrimientos...
Tengo mis pechos ardientes.
La atmósfera muy caliente;
por él estoy como loca,
por sus juegos indecentes...
¡Soy fuego si él me toca!.
La pasión que me provoca;
su mirada es como el fuego,
mi aliento olió su boca...
Y mi albedrío a sus juegos.
Me daba besos en mi cuello;
mis pechos como una roca,
la pasión ganó a mis ruegos...
Me arde; hasta mi boca.
Mi sentir no se equivoca;
siento en mi vientre sus vuelos,
son mariposas muy locas...
¡Que a rebato tocan duelo!.
Como un nido de mochuelos;
en la noche se implementan,
en la oscuridad del cielo...
Que vuelan y se alimentan.
Huelo a menta y a romero;
bebo un trago de aguardiente,
hay tres sillas y un ropero...
Un collar y dos pendientes.
Como mujer; soy ardiente.
Soy muy limpia y tenpranera,
en la cocina; excelente...
Y lo hago a mi manera.
Ni sueño ni son quimeras;
unas miradas fervientes,
soy mujer y soy primera...
Ya no soy tan inocente.
Soy pasional; soy ardiente.
Por él estoy como loca,
por sus juegos indecentes...
¡Soy fuego cuando me toca!.
Hoy me encontraba contenta;
narrando bien esta historia,
medio desnuda y atenta...
Viviría en plena gloria.
Un buen café de archicoria;
unas tostadas con queso,
seria una buena victoria...
Para un caballero apuesto.
Bueno, inocente y dispuesto;
fue amante en la ocasión,
el cansancio fue repuesto...
Con plena disposición
Desnudo sin el calzón;
fue atrevido sin historias,
convertido en un ladrón...
¡Por fin cantó su victoria!.
Su espada es como un cielo;
a mi siempre me ha importado,
tan dura como el acero...
En mi rosa ha empotrado.
Me ha tocado con sus manos;
siento caricias en mi piel,
con un poder sobrehumano...
Siento sus besos de miel.
Sonriendo me dio un diez;
siendo amante y atrevido,
de la cabeza a los pies...
Hubo besos recibidos.
Hay deseos pervertidos;
me apretaba entre sus brazos,
era un loco divertido...
Voy notando un dulce abrazo.
Eran tenues mis retrasos;
no era amor por caridad,
llené de aguardiente un vaso...
¡Ozú!; ¿que barbaridad?.
Envueltos en la oscuridad;
me ha empujado contra el suelo,
busca mi rosa en verdad...
Ya noto estar en el cielo.
Son las ansias y mi consuelo;
en cosas maravillosas,
que embargan todos mis fueros...
Aunque peque de orgullosa.
Siento su hombría en mi rosa;
camino de mis entrañas,
penetra muy orgullosa...
Mis sentidos no me engañan.
Me encontraba muy atenta;
mi cuerpo está prisionero
mi rosa; estaba contenta...
Como un plato de primero.
El fuego con un mechero;
más otra cosa querría,
un plato de buen puchero...
¡Y otra vez me poseía!.
.-¡Amor mio te hecho mía!;
me cautiva tu dulzura,
¡yo te amo vida mía!...
Y no tenga más fortuna!.
Bajando a mi rosa pura;
me beso mis tiernos labios,
sus ojos; que me murmuran...
Salado; un sabor sabio.
Como el sabor de aceituna;
llena mi lengua y mi boca,
había caldo por fortuna...
Con gemidos de una loca.
Mientras sus manos me toca;
mi cuerpo que se estremece,
dulces besos en mi boca...
¡En un viernes; día trece!.
Los amores reverdecen;
si se entienden en ocasiones,
son los males que padecen...
Los malos procuradores.
El fuego de las pasiones;
en un crudo y frío invierno,
arrastra dos corazones...
¡A la puerta del infierno!
Hay pasión y besos tiernos;
el amor no tiene enmienda,
las mujeres ofreciendo...
Sea en su casa; ¿o la tienda?.
Le serví buena merienda;
con jamón pan y buen vino,
hay mujeres muy tremendas...
¡Pero el quedó conmigo!
Es un hombre que me apoya;
quiero tener esperanzas,
hago un caldo en una olla...
Con tres huesos se disfraza.
Mi cuerpo tiembla y me abrasa;
con el fuego placentero,
son placeres que me alcanzan...
No se paga con dinero.
Es mi amante caballero;
lleno de amor y pasiones,
es un tierno marinero...
Tragina en cien posiciones
Maravillas y sensaciones;
que me alzan hacia el cielo,
me arrebata en ocasiones...
Levantarme desde el suelo.
Este calvario es un duelo;
ya me duele hasta el trasero,
me besa tenso en un vuelo...
¡El cuarto es un brasero!.
Mi madre hizo su visita;
ella limpia bien mi casa,
no hay olor que se resista...
Donde otras si lo alcanzan
Al rato hubo mudanza;
mi madre mariposea,
me ha resuelto la balanza...
Y mi amante se pasea,
Con sus manos manosea;
es joven aún la moza,
y busca quien la posea
¡Es mujer muy amorosa!.
Le gustan muchos las rosas;
se divorció del marido,
siendo joven era hermosa...
Y encontró un buen querido.
Casarse hubiera querido;
iban muy mal los amores,
varios hombres aguerridos...
Fueron sus maltratadores.
Las mujeres con dolores;
sufren su separación,
no hay cariño sin amores...
Que supere la traición.
Acabo mi narración;
ya he cambiado tres amantes,
el marinero a prisión...
Fue ladrón de blanco guante.
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