Buscando otros amores;
que borren mis desengaños,
con placeres de colores...
Tal como me ocurrió antaño.
Dulces flores con su engaño;
lindas y bellas mujeres,
mi vida ha sido un apaño...
En engaños y placeres.
En mi mente no hay olvido;
llevo fuego en mi memoria,
soy amante y muy herido...
Más les contaré mi historia:
.
Tenia un amor que adoro;
me emociono en su recuerdo,
pensaba que era un tesoro
No estaba loco; ni cuerdo.
Me nacen necios suspiros;
recordar mi mala suerte,
hay veces que no respiro...
Y me persigue la muerte.
Para buscar otros amores;
que me llenen de placeres,
con sus fragancias de flores...
Que sean dulces esas mujeres.
Quiero olvidar; más no olvido,
para desterrar su historia,
con el corazón perdido...
Desconociendo la gloria.
Y mientras sigo en mis lloros:
como el fuego me consumo,
esa mujer que yo adoro...
¡Se va entre cenizas y humo!.,
¡No te olvido vida mía!;
auque por su amor yo muero,
ya sabia que la quería...
Y se convirtió en mi duelo.
Entre lúgubres agonías;
la recuerdo y aún la quiero,
no hay sentido en mi alegría...
Soy un hombre muy sincero.
Me ha amargado mi existencia;
me encuentro en un limbo eterno,
tengo limpia mi conciencia...
Más mi vida es un infierno.
Entre hermosas florecillas;
la dama en paños menores,
es preciosa la chiquilla...
Va cantando sus amores.
En el campo su hermosura;
resalta sobre las flores,
en ella hay tanta dulzura...
Entre besos y pasiones.
Un hidalgo caballero;
se enamoró en su presencia,
con buen traje y buen sombrero...
Y palabras con decencia..
Viendo belleza e inocencia;
tan pura, linda y cristiana,
se le acercó con prudencia...
Con un sol que le embriagaba.
Su perfume y lindo aroma;
que emanaba con salero,
como una blanca paloma...
Que asustada vuela al cielo.
.- ¿Porqué miráis caballero?;
si soy sólo una aldeana,
vos con caballo y sombrero...
Asustáis por la mañana.
.- ¡No temáis mi linda moza!;
os miro maravillado,
sois hermosa y muy graciosa...
Y muy tonto me he quedado.
Viendo fuerza y poderío;
en un cuerpo tan hermoso,
al oíros hasta sonrió...
De comentarios graciosos.
.- No prologuéis más halagos;
que mi ego me envenena,
aquí cerca hay un lago...
Y me marcho a su ribera.
Vos aparentáis ser rico;
como veis soy provinciana,
con halagos y un buen pico...
Me creeré una sultana.
Soy una moza lozana;
no conozco enfermedades,
me baño cada mañana...
Y sueño barbaridades.
Y allá que se fueron dos;
a bañarse en la laguna.
el caballero traidor;
ofreciéndole fortuna,
también se la conquistó.
Entre olivos de aceitunas...
Como amante se entregó.
Un caballero tan guapo;
tubo un provecho al final,
la desnudó de sus trapos...
Y se fueron a bañar.